La Leyenda de Naipi
Entre los indígenas circulan numerosas leyendas e historias sobre "La Gran Agua". La más dramática de todas ellas, aunque también la más poética, es la que hace referencia a la hermosa Naipi, hija de un jefe de tribu.
Se cuente que a orillas del Río Iguazú vivía Naipi cuya belleza era extraordinaria. La joven, que amaba al joven guerrero más valiente de su tribu, estaba prometida a la Gran Serpiente, el dios Gott M'boi. Un día, la desesperada Naipi y el valiente guerrero huyeron en una canoa por el Iguazú, que había sido hasta entonces un río de aguas tranquilas. Pero M'boi se despertó y advirtió la fuga de su novia. Encendido por la cólera, el dios removió con brutalidad el agua, y el río jamás volvió a recobrar la calma. Los tremendos golpes que propinó M'boi rompieron el lecho de las rocas y el agua se precipitó a los abismos.
Desde aquel momento, ninguna barca podría jamás atravesar esa zona. M'boi transformó al guerrero en una roca qué, como coastigo, recibe los contínuos latigazos del agua que se precipita por la cascada. A Naipi, la hija del jefe, la convirtió en una palmera que, llena de nostalgia y tristeza, alarga sus ramas desde la orilla de "La Gran Agua" hacia la roca de la cascada...
Saludos de Xan McTouc, desde Iguazu, Argentina-Brasil - Marzo 20, 2008
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