Una ciudad de museos
Con una población de 1.200.000 habitantes, la capital de la República Checa, Praga, está situada en el corazón de Europa, a 309 Km. de Viena, a 400 Km. de Berlin y a 575 Km. de Budapest, formando parte de ese grupo selecto de históricas y bellas capitales europeas dignas de ser visitadas.
Destino turístico de primer orden (esta ciudad recibe 8 millones de visitas cada año, 400 mil de los cuales son españoles), el viajero se siente impresionado ante su esplendor arquitectónico. Su casco histórico de 900 Hectáreas, que cuenta con más de 4000 monumentos, y que es el más grande centro histórico inscrito en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, reune novecientos años de arquitectura, donde los estilos románico, gótico, renacentista, barroco, así como sus adaptaciones decimonónicas y el Art Nouveau se yuxtaponen y se mantienen intactos tras las guerras y los conflictos del siglo XX.
Junto con Viena, Praga fue la capital cultural de Europa en los siglos XVII y XVIII, en cuanto a música y arte se refiere. Mozart vivió en esta ciudad, y fue aquí donde sus obras tuvieron mejor acogida. Infinidad de teatros y salas de conciertos atestigüan el interés de sus ciudadanos por la música; aquí siempre es tiempo de óperas y conciertos mozartianos.
Praga conjuga influencias alemanas y austríacas, polacas y húngaras; es una ciudad de ciudades separadas y unidas por el río Moldoava, que serpentea entre ellas y provee de singular belleza a sus orillas, donde se congregan palacios, teatros e iglesias.
Al anochecer Praga se transforma en ciudad de oro y magia, de misterio y poesía, de música y arte...
Pozdrav a Prahy (saludos) de Xan McTouc, desde Praga - Agosto 10, 2007